Si el disco de juego no funciona, intenta lo siguiente:
- Asegúrate de que el disco de juego y la consola coinciden. Por ejemplo, si el disco de juego está diseñado para Xbox 360, solo puede usarse en esa consola.
- Asegúrate de que la consola está actualizada. Si estás conectado a Internet, la consola se actualizará automáticamente. En caso contrario, comprueba si hay actualizaciones disponibles. Consulta el manual de la consola o la página de ayuda para recibir más información. Visita la página de asistencia de Xbox, PlayStation o Nintendo.
- Revisa el disco: ¿está dañado? ¿Tiene algún arañazo o ralladura?
- ¿Ves algún mensaje de error? En ese caso, prueba a limpiar el disco. Consulta el manual de la consola o la página de ayuda para recibir más información.
- Prueba a limpiar la caché de la consola.
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